Veo esta variedad de banano y sigo sin creer que en realidad estén así:
¿Cuánto ruido tenemos dentro a la hora de valorar? A lo largo de la vida nos van bombardeando con modelos y es sin duda una posición cómoda: vemos las cáscara y “ya sabemos“ cómo está dentro. Este sabio racimo de bananos me hizo recordar que soy yo quien elijo los factores que juzgo, y en particular que no me alimento por la vista. Y como la agricultura es sabia, encontré un par de ejemplos más.
Así que
hoy parece un buen día para cargar los alertadores personales, para autoevaluar
el proceso que cada cual utiliza a la hora de juzgar a las otras personas,
¿realmente vemos a la persona ó simplemente buscamos lo que nos han inculcado
sobre el tipo al que pertenece como profesión, tipo trabajo, actividades artísticas,
lugar de residencia, lugar de origen ….-? Tantas opciones cuando hay que decidir, que quizás bien vale la pena sacar el tiempito de autoevaluarnos.
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