Emprendedores: desayuno, almuerzo y abrazos

Hay una manera infalible de estar seguro que se está frente a un emprendedor y es que: cuando uno los escucha o los lee hay una voz interior que dice con fuerza: «ve que es sólo no detenerse« mientras corre un calorcito por las venas.  Hoy que por casualidad me encuentro con la empresa de Tim Harris recuerdo ese alertador más que nunca.

El siempre soñó mostrar su amor por los demás por medio de la comida y los abrazos.  Para el 2014 ya su restaurante tiene 4 años (las estadísticas dicen que el 80% de las empresas no sobrevive al primer año) y para Tim eso significa tener la libertad de vivir la vida que quiere vivir y su trabajo le ayuda a que la gente sepa que es más parecido a ellos de lo que piensan.

Tim quiere tener una vida totalmente independiente. En un futuro cercano quiere tener su propio departamento, vivir solo y pagar sus propias cuentas.