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Poco a
poco –al menos en este lado del mundo- hemos ido relegando de la dieta lo
amargo, olvidando quizás que lo amargo
estimula una mayor producción de bilis y un incremento de los jugos pancreáticos
y los jugos estomacales; resumiendo lo amargo activa la digestión, incrementa
los movimientos peristálticos de los intestinos y alcaliniza el cuerpo. Así
que no está de más una receta sencilla que combina dulce y amargo, para ir
quizás afinando el gusto.
Ingredientes
2 limones de cáscara gruesa
1/2 taza de azúcar ó 1/4 de tapa de dulce
2 astillas grandes de canela
1 cda de bicarbonato
agua
Preparación
Lavar bien los limones
Quitar en gajos la cáscara de los limones
Ponerlas en una olla con agua que los tape, agregar el bicarbonato
Dejar
hervir, retirar el agua, lavar las cáscaras volver a ponerlas en la
olla con agua nueva, dejar hervir. (este proceso busca sacar un poco de
lo amargo de la cáscara por eso puede repetirlo unas 3 veces, sólo la
primera vez agrega bicarbonato).
Una vez hervidas 2 o 3 veces las
cáscaras, poner un poco de agua con el azúcar o la tapa de dulce,
agregar la canela, dejar unos 10 minutos a fuego lento para que la
canela largue.
Agregar las cáscaras y dejar que se caramelicen.
Servir como postre
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Son limones de cáscara gruesa |
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el gusto es amargo y dulce |