Ayer
mientras sostenía la luna, una niña que aún no llega a los 5 años forcejeaba
con la persona que la estaba llevando de paseo por el parque donde los domingos
me acerco para practicar/aprender Tai Chi Xin Yi. Ella quería caminar hacia nosotros, pero su
cuidadora la obligaba a ir en sentido contrario, al tiempo que decía rudamente
NO, NO. La niña pequeña y decidida lograba
escurrirse de las manos de su cuidadora y alcanzaba a formar la posición del
águila con sus manos, quizás la que más le impresionó, pues en ese justo
momento estábamos sosteniendo la luna. Luego
de unos minutos la fuerza de quién la cuidaba se impuso y se fueron con rumbo
norte. Hasta donde la vista le alcanzó
esa pequeña no dejó de mirarnos, aún cuando las posiciones del QiGong son inmóviles
algo llamó su atención y una vez más los adultos interferimos en ese
aprendizaje, esa búsqueda de la pregunta fundamental que cada cual trae al
mundo. No voy a tapar el sol con un
dedo, tengo claro que estos son tiempos complicados para quienes cuidan a la
niñez, para fortalecer su creatividad, su sentido de búsqueda/investigación,
confianza en si misma, incrementar la socialización interedades; también reconozco que es un tema pesado para iniciar un
lunes mas como sociedad debemos buscar caminos –sin importar el día- para que
la niñez todos los días tenga su espacio, haga sus búsquedas y bajar los tiempos diarios en que se
deben someter a un estado de negación.
Imagen simplemente ilustrativa de cómo quizás nos veía la niña |
No es una tarea
fácil más todos juntas podemos.
Seamos el cambio que proponemos
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