jueves, 13 de diciembre de 2018

Cacao en la huerta

En la naturaleza todo tiene su función, es aprovechable y re-inicia el ciclo.  En la huerta en el último mes -aprovechando la primera cosecha en Las Malqueridas- nos hemos acercado al cacao desde varios frentes:



Por un lado, la leyenda cuenta que Quetzalcóatl, dió a los toltecas los granos del cacao. Pues el dios quería tener a su pueblo bien alimentado y de esa manera que se dedicarán completamente a ser mejores hombres, estudiosos, sabios, arquitectos, artistas y artesanos.

Así, siguiendo la tradición Azteca, un día tuvimos éxito secando las semillas al sol y al día siguiente preparándolo con cáscara, maíz, miel, vainilla en rama y chile picante.  sin duda bebida ¡de diosas!



Y la riqueza biológica expresada por el dios picó nuestra curiosidad: aporta potasio, vitaminas, magnesio,  manganeso, calcio, fósforo, hierro, cobre, fibra, polifenoles; su manteca tiene propiedades para curar heridas.  Y a nivel de belleza descubrimos que sus componentes estimulan las defensas naturales del organismo reduciendo la sensibilidad de la piel a la radiación ultravioleta ¡ERGO! es un buen aliado para mejorar la textura de la piel, densidad, grosor y resistencia a las arrugas.....

A nivel práctico y emulando a la naturaleza en cuanto a que no hay desperdicio: utilizamos la cáscara para hacer platos y macetas re-amigables con el ambiente.



La agricultura desarrolla -entre otras- el ver más allá, descubrir el potencial ...







En estas fechas de descanso considere dejar en casa el estilo de vida urbana y elija aprehender la sabiduría de la naturaleza.

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