sábado, 17 de diciembre de 2011

Nervio ciático una frecuente dolencia


El nervio ciático es el más largo y ancho del cuerpo, comienza en varios niveles de la columna vertebral y sus múltiples ramas se unen para formar un solo tronco nervioso.  Se extiende hacia la rodilla, se divide en dos pequeñas ramas hacia el pie.  Este largo curso y gran tamaño son los que lo hacen particularmente vulnerable a la presión o daño, provocando dolor, los estudios indican que al menos el 40% de la población lo padece, aunque sólo un 1% presenta a la vez deficiencias sensitivas o  motoras asociadas.


En aquellos casos en que una pierna sea un poco más larga que la otra, hay un sufrimiento a nivel cadera o a nivel lumbar.  Una radiografía que mida la extensión de la pierna permitirá que una plantilla corrija el desfase y con ello el trastorno no progresara a nivel de cadera o lumbar.

Cuando no hay desfase en las medidas de las piernas los movimientos bruscos y el levantamiento de exceso de peso sin flexionar las rodillas, entre otros, provocan que las vértebras lumbares se aplasten unas a las otras ejerciendo presión en el nervio ciático, lo que envía una señal dolorosa al cerebro y aunque el dolor está en la raíces el mismo se percibe a lo largo de todo el nervio ciático.

Cuando se acude al doctor éste realiza entre otros el examen La Segue Positivo que consiste en levantar la pierna al paciente y dar un ligero golpecito en el talón, si hay dolor fuerte indica que el nervio ciático está inflamado.

La aplicación de calor en la zona lumbar es una de las medidas que ayudan a calmar el dolor ya que relaja los músculos, alivia la tensión de las terminaciones nerviosas y activa el flujo sanguíneo.  Se utiliza la bolsa de agua caliente, la manta eléctrica, la lámpara de rayos infrarrojos y los baños a una temperatura suficiente para relajar los músculos y asegurar un buen flujo sanguíneo.

Una vez que esté recuperado del dolor o si lo prefiere para no llegar a experimentarlo, algunas recomendaciones generales:

  • Haga ejercicios regularmente para mantener la fuerza muscular de la espalda y abdomen.
    Mantenga un peso ideal para que su espalda no haga esfuerzos excesivos.
  • Ante un nuevo trabajo o deporte aprenda mecanismos corporales correctos para no dañar la espalda.
  • Si tiene un historial de problemas de espalda, elija deportes que no incluyan tirones de espalda (caminar, nadar, ciclismo) y evite el tenis, el boliche o levantar pesas.
  • Al levantar objetos, doble las rodillas y súbalos desde abajo con la espalda recta; en lugar de doblar la cadera y levantar desde arriba.
  • Emplear sillas con soporte dorsal adecuado y sentarse con ambos pies planos en el suelo.
  • No permanecer mucho tiempo sentado.

Recuerde prevenir, consultar a su doctor y nunca automedicarse.

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